viernes, 28 de mayo de 2010

Puertas

Elegir acertadamente una puerta de interior puede significar cambiar la estética de la habitación pero además puedes ganar espacio e incrementar la entrada de la luz a una estancia. En este artículo te vamos a enseñar las posibilidades que existen en el mercado en cuando a diseño, materiales, sistemas de apertura y precio.
• Acabados:
Fundamentales para la elección de la puerta según el espacio de uso, las puertas pueden ser lisas o con molduras, ciegas y acristaladas. Estas últimas son especialmente útiles en la comunicación de estancias en las que se necesite aprovechar la luz proveniente de la habitación contigua.
. Tipos de materiales:
Normalmente las puertas de interior están realizadas en madera, aunque también existe la opción del aluminio.


Puertas de madera maciza: Son las más resistentes y duraderas aunque tienen el inconveniente de ser muy sensibles a los factores ambientales como la humedad o el cambio de temperatura. Si tienes pensado poner estas puertas en tu casa debes cerciorarte de que la madera ha sido tratada adecuadamente y, una vez puesta, cuidar y nutrir la madera con productos específicos para su limpieza.





Puertas de aluminio: Suelen utilizarse para comunicar el jardín, la terraza e incluso en cocinas. Tienen la ventaja de que ser fáciles de limpiar y son resistentes a los rigores del clima.
. Sistemas de apertura:
Existen tres tipos de sistemas de apertura: batientes, correderas y plegables.







Puertas batientes: Es el tipo de apertura más común. Pueden ser de una o dos hojas, pudiendo ser de vaivén. Elegir una u otra dependerá del tamaño y del tipo de comunicación que queramos conseguir. Las ventajas, que son cómodas y cierran muy bien. Las desventajas, que necesitan de espacio libre en toda su trayectoria por lo que es importante saber que la medida estándar de la hoja es de entre 70 y 80 cm.




Puertas correderas: es ideal para sacar máximo provecho a los espacios. Con éste la puerta se desliza sobre una guía. Puede instalarse empotrada en un tabique doble, normalmente de pladur, o a la vista deslizándose por la pared contigua.

Puertas plegables: Su sistema de apertura es similar al de las puertas correderas aunque en este caso la puerta se recoge sobre sí misma a modo de acordeón. Son funcionales y muy prácticas, especialmente, en hogares de espacio limitado. Se pueden emplear para separar ambientes, acceder a una estancia, al aseo o a una despensa.

lunes, 24 de mayo de 2010

22 consejos para el jardín


1. El objetivo principal en el diseño de un jardín o en la decoración de jardines es crear un conjunto armonioso y resolver los aspectos prácticos.

2. Un jardín muy cuadriculado no suele ser la mejor opción. Añade curvas y esquinas secretas. Por otro lado, las líneas curvas hacen parecer a los jardines pequeños más grandes de lo que son en realidad.



3. Diseñar un jardín cómodo. Cuatro consejos:
-Elige especies que requieran un bajo mantenimiento.
-Tapizantes en lugar de césped que es lo que más trabajo da en un jardín.
-Planta en arriates elevados en vez de a ras de suelo.
-Opta por arbustos informales en lugar de arbustos formales que exigen varios recortes al año y por tanto más trabajo. Los informales se les deja más libres y están formados por especies que se recortan muy poco o nada, desarrollando flores e inclusive frutos.

4. Los caminos principales que sean amplios ya que permite el paso de dos personas a la vez. Los senderos secundarios, más estrechos.

5. Los caminos puedes iluminarlos con un sistema de bajo voltaje. Son fáciles de instalar.

6. Cuida el diseño de la entrada a la vivienda. La puerta principal es un espacio muy importante. Puedes bordear el camino de acceso con plantas de temporada de colores e ir renovándolo para variar la estética.

7. Instala un pequeño estanque, una cascada o una fuente. Es refrescante y el sonido del agua produce serenidad y relajación.

8. Es una buena idea tener en el jardín un rincón escondido o un jardincillo secreto para la contemplación, para relajarte, para dormir, para meditar y para olvidarte de todo.

9. Es recomendable que los bancos del jardín estén rodeados de vegetación.

10. Quizás te guste destinar una zona para poner una mesa de ping-pong y un banco cerca para contemplar el juego.


11. Una pérgola siempre tiene su sitio como beneficioso proveedor de sombra.


12. Planta los árboles de hoja caduca que den sombra a la fachada suroeste de la casa durante el verano. En invierno, sin hojas, dejarán pasar el sol.

13. Plantas aromáticas. Son fáciles de cuidar, bellas y con olores agradables.

14. No sobrecargues el jardín con muchas especies de plantas y con un exceso de colores sin orden ni concierto. Este es un error muy frecuente donde la armonía brilla por su ausencia.



15. Los pájaros los atraerás con un bebedero o una pila con agua.

16. Selecciona plantas adaptadas al clima de tu zona y al suelo de tu jardín.

17. Debes saber el color de las flores o del follaje y la estación en que las plantas estén más vistosas.

18. Estudia las zonas de sol y sombra del jardin para decidir qué plantar en cada lugar. Casi todas las flores necesitan unas seis horas de sol al día. Conoce qué cantidad de sol necesita cada especie.


19. En sitios umbríos, en lugar de césped, planta tapizantes cubresuelos que toleran la sombra, como la Hiedra, Vincapervinca, Pachysandra, Dicondra repens, etc.




20. Si tu jardín está en la costa, sigue estos consejos:
-Protege del viento que deposita sales en las hojas y las queman. Lo mejor son arbustos, enrredaderas o algo que deje pasar el viento en parte, ya que los muros generan turbulencias detras.
-Ata con firmeza las plantas para que el viento no las venza.
-Cada cierto tiempo, riega el jardìn para lavar la sal acumulada.



21. Los arbustos pequeños los puedes trazar ayudándote de una manguera y luego, espolvoreando con cal o yeso por encima de la manguera para que quede la curva dibujada.




22. A los niños una caja de arena les distraerá durante horas. Les gusta cavar y construir castillos de arena. Un cajón de 2 x 2 m. se puede construir en una mañana y no resulta caro.

martes, 18 de mayo de 2010

Cortinas

Las cortinas cumplen diversas funciones: filtrar la luz, crear intimidad, reforzar un estilo decorativo, realzar una vista al exterior o disimular un defecto de construcción. Por su variedad de propósitos y su influencia en la decoración, el uso de cortinas debe ser analizado previo a cualquier elección. Se deberá tener en cuenta su función, el estilo decorativo del ambiente, el tipo de cortina a utilizar, el tamaño de la ventana, la tela, el color y el estampado.

Cuando se trata de elegir una cortina las opciones pueden ser muchas. Dar con la cortina indicada requiere tener una idea clara de las distintas variantes posibles: funciones, modelos, diseños, materiales y medidas.

1) Definir la función de la cortina

El primer detalle a tener en cuenta es definir qué factores formales nos demandan colocar una cortina; qué función o propósito práctico contempla nuestra elección.

Las variables pueden ser muchas, incluso una suma de varias. Sin embargo es preciso aclarar cual o cuales serán los motivos en el que tengamos que pensar en una cortina. Estos pueden ser:

-Filtrar el paso de la luz.
-Resguardar la privacidad.
-Reforzar un estilo decorativo.
-Realzar una vista al exterior.
-Disminuir un defecto de construccioón.
-Ampliar o reducir visualmente una habitación o una ventana.


2) Elegir el tipo de cortina

Una vez que tenemos claro para que vamos a usar la cortina, se pueden empezar a definir los detalles estéticos: tipo de cortina, color, tela. El tipo de cortina está dado principalmente por el sistema utilizado para colgarla y el diseño adecuado a ese sistema.

Cortina clásica en barrales

La opción más conocida y práctica sin duda son los barrales; fáciles de aplicar, decorativos y adaptables a cualquier tipo de ventana. La diversidad de materiales -madera, hierro, patinados en distintos colores, etc.- nos obliga a pensar seriamente en elegir la mejor opción que se adapte al estilo general de la habitación. Un barral de madera lustrada va muy bien con una decoración rústica, pero podría desentonar con un estilo demasiado moderno. Conocer estos condicionamientos es parte fundamental de la elección.

Otro aspecto de los barrales son los elementos complementarios: argollas, soportes y terminales. También hay que contemplar las diferentes opciones para ocultar o disimular el barral, por ejemplo detrás de un tapa rollos, aunque quedan muy bien visibles y hasta de mayor grosor para darle más protagonismo.


Cortinas de Rieles

Las cortinas de rieles están compuestas por un riel y unas guías deslizantes en las que se sujeta la cortina por medio de pequeños ganchos. Hay dos clases de rieles, de plástico y de metal. Lógicamente los de metal son mucho más resistentes y aptos para todo tipo de cortinas. Los de plástico se reducen a cortinas livianas o medianamente livianas, pues no resisten demasiado peso. Este sistema de rieles es ideal cuando no contamos con suficiente espacio entre la ventana y el techo para colocar un barral.

Este sistema se completa con cuerdas o bastones para abrir o cerrar las cortinas, que van colocados en un lateral de la ventana o integrado a la cortina.


Cortinas Romanas

Las cortinas romanas consisten en un panel de tela liso que se pliega verticalmente, formando un acordeón, gracias a un sistema de varillas horizontales cosidas a intervalos regulares por dentro de la tela. Las varillas sirven para mantener la tela tensa y así los pliegues se forman sin problema. El mecanismo se maneja manualmente por medio de un cordón.



Cortinas Roller o de Enrollar

Las roller o cortinas de enrollar consisten en un panel de tela liso con un rodillo giratorio colocado en la parte superior que permite enrollar o desenrollar la cortina desde un cordón.

Visillos

Los visillos son paneles de cortina sujetos por arriba y por debajo mediante un sistema de dobladillos en los que se pasa un par de varillas de metal tensadas y sujetas a la ventana. Se visualizan como pequeñas láminas planas de tela que permiten el paso de la luz pero al reparo del exterior. Se adaptan muy bien en ventanas pequeñas, sobre todo en las de vidrio repartido de puertas o ventanas antiguas. Este sistema utiliza telas finas como la organza, el boile, el lino o la gasa, generalmente de colores claros: blanco, tiza, pastel o crudo.